Los numerosos temas que Berman trata en este curso se exploran con mayor detalle en su libro "Notes from the Pianist's Bench", cuya segunda edición fue publicada por Yale University Press en 2017. El libro ha sido traducido a varios idiomas y puede adquirirse en línea.

Acompañe al célebre profesor de Yale Boris Berman en su exploración de la profundidad y la forma de los dedos, otras dos variables que influyen en el sonido y el tacto. La profundidad es menos tangible que las demás y depende de la imaginación. Esta percepción de la profundidad, aunque en parte está en la mente del pianista, tiene consecuencias reales a la hora de conseguir un tono cantarín. Por lo general, cuanto más profundo sea el toque, más cantado será el tono. Pero no todas las líneas musicales requieren un tono cantarín, y para muchas es necesario un toque menos profundo para lograr la textura deseada. Del mismo modo, la forma de los dedos también puede manipularse para conseguir un tono cantarín. Cambiando la curvatura de los dedos, se puede tocar con la parte más estrecha de la yema del dedo para producir un sonido claro y articulado o tocar con la parte más carnosa de la yema del dedo para producir un tono más cálido y cantarín.

Únase al célebre profesor de Yale Boris Berman para hablar del objetivo último del trabajo con el sonido: la capacidad de crear ilusión. Una vez practicadas y desarrolladas las variables del tacto, encontrará formas de manipularlas para lograr sutiles efectos expresivos. La ilusión es difícil de enseñar, ya que se adquiere a través de un proceso relativamente personal de perfeccionamiento del toque. No obstante, Berman demuestra algunos casos comunes en los que la ilusión es necesaria para captar ciertos sonidos especiales, como la imitación de otros instrumentos.

Acompañe al célebre profesor de Yale Boris Berman en el desglose de dos principios básicos de la producción de sonido: "dentro" y "fuera", demostrando la aplicación de cada uno de ellos. La forma de tocar "dentro" implica un descenso más lento y medido hacia la tonalidad, continuando el movimiento después del momento del ataque. La forma de tocar "fuera" es lo contrario. Se trata de una pulsación más rápida, en la que los dedos abandonan la tecla y el peso se libera casi antes de que se oiga el sonido. Ninguna de las dos formas de tocar es superior. Ambas son útiles en distintos momentos y contextos, y a veces hay que elegir en función de la intención expresiva. Berman toma varios ejemplos del repertorio para demostrar las ventajas e inconvenientes de ambos enfoques.

Acompañe al célebre profesor de Yale Boris Berman en su exploración de las múltiples variables del toque: peso, masa y velocidad de ataque. El peso y la masa, aunque relacionados, no son lo mismo. El peso se refiere a la pesadez o ligereza que un pianista decide transmitir a los dedos en el ataque. Para tocar más pesado o más ligero, hay que saber canalizar todo el peso del cuerpo antes de medir el grado de peso vertido en un toque determinado. La masa, por su parte, se refiere a qué parte del cuerpo interviene durante un ataque determinado. Puedes activar diferentes palancas de menor a mayor en distintas combinaciones para lograr diferentes articulaciones. Por último, la velocidad con la que se activa la tecla puede influir en el carácter del sonido. Berman considera estas variables por separado y luego en combinaciones, demostrando su influencia en la producción del sonido en diversos pasajes del repertorio.